LOS PASQUINES ESTAN DE MODA
Se llama pasquín al escrito anónimo que se fija en sitio público, con expresiones satíricas contra el gobierno o contra una persona particular o corporación determinada.
El término procede de un zapatero romano llamado Pasquino, célebre por sus dichos picantes y graciosos cuya tienda era puesto de reunión de muchos desocupados que se entretenían hablando de los demás y de temas de la actualidad. Después de la muerte del zapatero, recomponiendo su calle, hallaron el tronco de una estatua antigua que colocaron en la misma plaza en que había sido hallada, delante de la que había sido su zapatería, por lo que el pueblo le dio el nombre del difunto.
Desde entonces, se tomó como costumbre el fijar en esta estatua las sátiras que se componían, suponiendo que hablaba en ellas el mismo pasquín tomando estas el nombre de pasquinadas.
Esta estatua o tronco de mármol blanco estaba colocada en un ángulo del palacio Orsini y en ella solían fijarse los pasquines. Las réplicas cuando era caso, aparecían en otra estatua cerca del Capitolio llamada Masforio.
Y nuestra inefable Ibagué, no podía quedarse atrás. Así existen pasquines que se llaman diarios y noticieros, si ser más que eso.
Ahora con la tecnología, llegan esos pasquines a través de los correos electrónicos, vía internet, mucho más rápidos que la tradición oral de la calle 12.
Y aparecen correos comentando corrupción en una administración, donde no se requieren precisamente los pasquines, para saber que existe.
Lo que hacen es destapar y poner un poco en evidencia como funciona esa corrupción, cómo de cocina, con quienes, y la verdad, es que quien hizo el que me llegó, debía estar muy dolido, porque lo dejaron como las guayaberas…por fuera del negocio, porque la denuncia del pasquín es para analizar e investigar.
¿Qué quien lo hizo? Es irrelevante. Hay es que llegar al fondo de lo que allí se denuncia, que de ser cierto, es demasiado grave. Y me parece que se quedaron cortos, es decir, se trató de un pasquincito, porque la realidad parece que es mucho mayor.
Y como toda verdad…dolió. Y por ello corrieron a hacer otro pasquín, en donde nada concuerda, porque por ejemplo, colocarme a mí como amigo de Mauricio Jaramillo, a quien jamás le he dado ni daría la mano, o de asesor del ex alcalde Rubencho a quien durante 4 años ataqué y critiqué, es simplemente para Ripley. Es respirar por la herida, como dijera el alcalde autista, después de las muendas que acostumbra dar a su fiel compañera.
Y de verdad, que ojalá, por fin a raíz de los pasquines, los órganos de control investigaran tanta plata de donde llegó, cuando los miserables sueldos oficiales no alcanzan para hacer casas en Calambeo, como la de la rubia Mirella; o regalar Toyota último modelo a la primera gestora, para simplemente poner un ejemplito de lo que está extrañamente sucediendo en nuestra ciudad amada.
Que hay pasquines de pasquines es cierto. Pero que algunos contienen verdades, también lo es.
Yo me quedo con mi canción de “a veces llegan cartas….”, puesto que no quiero que me llegue un pasquín, donde se denuncie toda la verdad y tenga que proceder como ciudadano y abogado. ¡Dios no lo quiera.!..Prefiero ignorar tanta indignidad.